Todo es más rápido, nuevas reglas en poco tiempo: sea por los contextos políticos, las dinámicas sociales incluyentes, la velocidad a la que llega una noticia y pasa al olvido o el impacto de las redes sociales digitales en nuestra forma de percibir. Todo es más rápido.
En lugar de construir y aferrarse a estructuras fijas, como antes, la nueva normalidad implica abrazar la flexibilidad y la agilidad para prosperar en un entorno en constante evolución.
La capacidad de adaptarse se ha convertido en una habilidad crucial, personal y organizacionalmente.
Lo percibimos en la relación con las audiencias finales, lo entendemos y lo compartimos con nuestros colaboradores, proveedores, aliados y clientes operadores; a través de lineamientos que inspiran nuestra práctica cotidiana:
• Flexibilidad. Dejemos de planear estructuras rígidas y mejor organicemos el cambio cotidiano. Experiencias, destinos, alimentos, discursos de servicio; desde el detalle más sencillo hasta el más relevante, el cambio ha que ser posible conservando la magia de la promesa original sin mermar la calidad, conservando la experiencia prometida al cliente final.
• Participación activa. Simplemente escuchar u observar, sin acción, son mecánicas tradicionales que cada vez disfrutan menos los clientes finales, incluyendo los de mayor edad. En todos los servicios que presta el grupo, procuramos la participación activa de los visitantes, con diálogo circular en lugar de discursos, escucha activa, dispositivos lúdicos de referencia, micro sesiones de fotos, entre otros.
• Viajar sólo, viajar en grupo. Las nuevas formas de viajar, que ahora fluyen indistintamente entre ir solo o en grupo de vínculos repentinos generados en el destino, de un día para otro. Sensibles, nos esforzamos en adaptarnos fácilmente a estas realidades siempre que sea viable y que multiplican la experiencia de nuestros visitantes. Queremos comer juntos nosotros 4, ¿Podemos cambiarnos a este hotel con estos nuevos amigos? ¡Con gusto!
• El concepto manda. No es el tiempo, la duración, ni la fecha. Es el concepto, el significado de la experiencia, lo que se conecta con el deseo de los viajeros. La comida, quiero probarla toda ¿Me pueden enseñar la mayor cantidad de pájaros posible en estos días? ¡Con gusto! Sensibilizamos a nuestros ejecutivos para garantizar experiencias relevantes que pueden durar un solo día o una semana, graduando la intensidad y la profundización sin mermar la calidad.
Listos para servir, comprendemos los deseos de las audiencias al reunirse o descubrir el destino, motivamos a nuestros aliados a reflexionar e inspiramos a nuestros ejecutivos para disfrutar el cambio, como una nueva forma de estabilidad.