CALLEJONEADA YUCATECA
La asistencia ha rebasado las expectativas y nuestro cliente ha tenido que reservar habitaciones adicionales en el hotel de enfrente. Los participantes tendrán que cruzar la calle para integrarse en las actividades en el hotel sede. Cruzar parece algo inofensivo, pero se ha vuelto un negrito en el arroz que va creciendo conforme pasan los días: “¿Por qué a ellos los pusieron en el hotel sede y a nosotros enfrente?” Un chiste, una broma que mancha. Todo fluye sin contratiempos, pero allí está en el aire el comentario, las bromas. En una reunión de seguimiento los organizadores nos lo platican “¿Qué hacemos? Queremos eliminar esa percepción ¿Qué sugieren?” Convirtamos el cruce de calle en un buen recuerdo ¡Hagamos una fiesta Yucateca!
Un grupo de baile de jarana con una charanga originales de Yucatán han irrumpido por sorpresa en un breve brindis de cierre en el hotel de enfrente, caen juegos pirotécnicos y bombas yucatecas con numerosos versos de mestizos ataviados de trajes típicos llenos de colores ¡Todos a bailar! ¿Qué está pasando? ¡Crucemos al hotel sede! Hemos pasado la calle bailando y cantando hacia el hotel sede ¡Como en las fiestas del pueblo! En esta ocasión, llamando a la fiesta de cierre de actividades de la convención ¡Todo un éxito! Le dimos la vuelta a una mala situación, ahora la división de hoteles es un elemento para recordar algo bueno.
JETZ LU'UM: UNA CEREMONIA PARA APACIGUAR LA TIERRA
Allí donde tu vives, de donde tu vienes, alimentarte es ir al supermercado. Está bien, pero debes saber que eso te ha quitado sensibilidad y contacto íntimo con la naturaleza, con la tierra, que es donde nacen los alimentos. Si voy a tu casa seguro aprenderé mucho de tecnología o de rendimientos financieros; pero si tu vienes a la mía, tal vez tu cuerpo te recuerde tu origen cuando respires el olor a tierra mojada, cuando pruebes la comida que no viaja kilómetros ni tarda días en la bodega. Yo te respeto. Tú me respetas. Todos aprendemos, agradecemos.
¿Puedes quitarte los zapatos un momento? Pisa la tierra. Vamos a prepararla para la siembra. Con el favor del dios sol, la lluvia y los guardianes del campo, tendremos alimento para nosotros, nuestros hijos y también para compartir, para que llegue a tu super mercado. Levanta las manos, más alto, cierra los ojos y ofrenda respeto conmigo y con mi familia; pidamos que llegue la lluvia, que el sol nos bañe con sus rayos ¿Tú que trajiste? Yo traje esto, pon lo tuyo en la mesa junto a lo mío, con agradecimiento ¿Ya te diste cuenta de que lo que trajimos no es realmente nuestro? ¿Que no somos nada frente a la inmensidad de este campo? Los dioses nos han bendecido y con esta ofrenda alineamos nuestra energía y reafirmamos nuestro contacto con la tierra ¡Gracias! Vamos a trabajar la tierra, vamos a cumplir y ¡Otra vez! ¡Va a sobrar! Ahora comamos, bebamos, disfrutemos y compartamos ¡Esta es una fiesta! ¡Bienvenido!
Esta experiencia ha coincidido con la visita de 15 médicos holandeses. Sensibilizados sobre el significado de esta ceremonia, aceptaron participar con el corazón abierto, ganas de convivir, respetar y disfrutar la comida original, pero sobre todo la extraordinaria compañía espiritual de los mayas vivos de Yucatán. ¿Estás dispuesto a alinear tu reunión institucional con las fechas de la preparación de la tierra?
